Buscar un recuerdo que fácilmente sea reconocible en mi memoria como algo memorable, mágico o sencillamente espectacular, era mucho más difícil antes de ir a Italia. Que es un país con encanto personal, lo dice cualquiera turista que pise suelo de aquella mágica tierra, pero cuando vives en ese lugar, cuando lo haces tu casa por unos días, comprendes a ese país, comprendes porque fue el Imperio del César, y porque es el sueño de muchos; comprendes porque es el paraíso de los recién casados, comprendes el porque del romance más bello de toda la historia poética de este mundo, y procuras encontrar a tu romeo en cada esquina. Sencillamente comprendes un poco mejor el porque de tu existencia y de tu transitorio paso por este mundo.
Mi Italia fue nublada en nuestro primer encuentro. Verona, que se extendía y diluía entre gota y gota de lluvia, estaba esa tarde especialmente bella. Julieta reposaba tranquila, esperando a Romeo y contemplando el careto de cada turista, mientras éstos decidían posar bruscamente sus manos sobre el pecho de ella, esperando una suerte futura que posiblemente nunca llegara. Al día siguiente Venecia nos esperaba allí, en su sitio, quieta y distante pero acogedora y romántica a la vez. ¡Es una ciudad maravillosa! Venecia es como una señora tranquila y elegante, cautivadora en sus poses y con un recatado toque ostentoso en todos sus ropajes. Con un brillo especial en cada momento y con una frescura y diversión desconocida para mi hasta aquel instante. Con chóferes que andan entre sus aguas día sí y día también; su timidez distante, que le lleva cada febrero a ponerse un disfraz diferente y una máscara majestuosa que la acompañe. Venecia es la cumbre del romance, el apego más dulce, el polvo con más amor y los besos con más cariño. Al caer la tarde el sol se compromete a no dejarte sola mucho tiempo, pero durante algunos instantes que duran una noche completa, decide esconderse tras las montañas y dejar paso a la luna y a la oscuridad, a la soledad y a las sombras, al recuerdo de que no hay nadie al que abrazar.
Al día siguiente una nueva aventura, tras suculento desayuno nos disponemos a conocer Pisa, la ciudad más coquetona de toda Italia; bonita, sencilla y con una gracia simple, así decide ser Pisa día a día, con torres que dudan entre estar de pie o el derrumbe, césped para soñar y claros para pensar. Chistosa como ninguna otra, aprendes a charlar con tus queridos, te sinceras con tus más profundos secretos y te vas llenas de sonrisas, sabiendo que hoy al menos eres un poquito más feliz.
Florencia fue el descubrimiento para mí, vivida en mi tercer día de viaje, es una ciudad seria y recta, con una elegancia serena, repleta de detalles que inundan lo más perfecto de su arquitectura. Su rectitud se palpa es cada esquina y el David vigila cada una de éstas, para que en ellas solo se contemple la sabia belleza, la culta inteligencia y los mas selectos principios.
El postre de la gran comilona me lo di en Roma, donde todo se hace a lo grande, donde nada es lo que parece. Sabihondilla e inquieta, Roma es una ciudad noctámbula, que decide hacer huelga a diario y no parar nunca de moverse, nerviosa e impaciente, siempre tiene algo de lo que ocuparse: levantar un imperio, crear un nuevo orden jurídico, sobre llevar una nueva moda impuesta por ella misma. Roma como Italia al completo, es un lugar con una personalidad propia y aplastante, con una independencia envidiable que te hace soñar con el futuro más lejano y visitar a la misma vez el pasado más remoto, apartándote de toda vulgaridad, y dejándote llevar por su belleza natural.
ARI
5 comentarios:
bonita descripción de italia, aunke pienso ke para sentir todo eso tienes ke ir alli a verlo tu con tus propios ojitos asike os recomiendo a todos ke vayais a italiay sobretodo a venecia pork no sabeis lo impresionados ke podeis kedar alli.¡es la cuidad mas bonita del mundo!!!!!!!!!
besitos a todos y ehnorabuena por todos los blogs
Muy bonito, me ha gustado tu descripción, me encantaria ir, supongo que algun dia lo hare, o eso espero.
He visto las fotos, que 2 preciosidades, Italia tambien se ve bonita (jejeje).
Victor.
Italia es mi viaje soñado, en especial la ciudad de Florencia, y después de leer tu descripción, mi envidia aumenta por momentos!!! Un besazooo quapísima
La bella Italia! Es una auténtica maravilla. Desde luego es algo para ver en vivo y en directo, un viaje recomendable para todos. A mi me facinó también. Una bonita descripción ara,me entran ganas de volver.Mil besitos
No me importa tu mirada esquiva cuando mi mirada te busca.
Al fin y al cabo, el destino del amor es la muerte.
Pero nadie podrá quitar de mi memoria la luz que encendió en mi mente una sola de tus sonrisas.
No me importa el silencio que mantienes cuando mi voz te llama.
Al fin y al cabo, el destino del amor es la muerte.
Pero nadie podrá quitar de mi memoria el estrecimiento de mis oídos cuando me dijiste que me querías.
No me importa que te alejes de mi presencia.
Al fin y al cabo, el destino del amor es la muerte.
Tu fragancia quedará en mi alma prendida.
No, amada mía, no me importa.
Al fin y al cabo el destino del amor es la muerte.
Quedará conmigo el Amor que alimento el amor que te tenía.
¡Mátame, amada mía, sáciate con el Amor que nunca termina!
Cyrano.
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