24 agosto 2006

Luis Alfredo, un chico espectacular

Luís Alfredo es un chico realmente espectacular, un superglumen que cumple con todas las expectativas que se espera de un tipo de su especie. Lo conocí el martes, yo estaba sentada en una cafetería con mis gafas de sol y mi café, el se acerco y me susurro al oído: “Gracias por alegrarme la tarde”. Yo le mire y vi su magnifica sonrisa, me irradió su brillante pelo y me embaucó su magnifico perfume: en pocas palabras, me derretí. Desde ese día, hemos ido al cine, a pasear a la playa y a tomar café mientras nos contamos mentiras. A nuestra primera cita llegó 20 minutos tarde, su excusa, de las mas baratas del mercadillo de excusas, fue que el trafico estaba realmente horrible algo cierto si coges el coche aunque algo poco importante si vienes andando desde casa, tal como Luis Alfredo hizo. Sin convencerme en absoluto su excusa decidí creerlo ya que al menos tenía una cita. En un par de horas y sin haber probado prácticamente bocado ya que no tenía mucho apetito (ahora la mentirosa era yo) estábamos en su casa. Teníamos una buena razón para ir pero ahora mismo no la recuerdo, solo sé que me hice la tonta un par de veces para que la seguridad de Luís Alfredo no decayera: “¿no me digas eso? ¿En serio? pues no tenía ni idea, o sea que cuando en baloncesto meten la pelotita esa en el aro se cuentan dos puntos. Jopetas será súper complicado, espero que los puntos los cuenta una maquina o algo por que no me imagino a nadie que sea capaz de contar de dos en dos con tanta rapidez” “¿no me digas que tu sabes contar de dos en dos?” “¿y de tres en tres?, que suerte he tenido al encontrarte entonces ¿no?”. Su habitación era un verdadero horror, de hecho lo peor eran las miles de fotos de sus padres que tenía en una especie de altar hecho a la extraña pareja, aunque el se refería a ellos como “mis viejos” (sin comentarios), la ropa tirada por todos lados, los libros amontonados por colores,… viendo el panorama me deje sobar una teta (hay que tener en cuenta que era nuestra primera cita) y huí del lugar del crimen.

A nuestra siguiente cita llegue 30 minuto tarde, no fue por nada especial, simplemente cuando salí de casa me di cuenta que los zapatos y el bolso no me pegaba nada con el conjunto por lo que tuve que volver al apartamento a cambiarlos, al menos eso es lo que le dije a él. Me llevo al cine, la película un horror, las palomitas sosas y la coca Light prácticamente se la bebió él. Después volvimos a su piso porque supuestamente estaba esperando una llamada súper importante, yo le dije que fuera quien fuera sería bastante poco probable que llamara a esas horas (las 2 de la madrugada) aunque comprendiendo que la llamada era muy urgente, decidí hacer un esfuerzo sobre humano e ir a su casa y esperar con él. Estuvimos viendo capítulos de House, que había conseguido heroicamente a través del amigo de un colega de un compañero de la facultad. Yo me los suelo bajar de Internet pero decidí omitir esa información. Después de repetirme por cuarta vez lo buenísima que estaba Cameron, opté por dejarme sobar mas afondo y conseguí irme con un orgasmo, aunque no terminamos de ver el capitulo ni recibió la urgente llamada, a pesar de todo, me fui contenta a casa.

En nuestra tercera cita lo termine de ubicar dentro de mi Testmen, un pequeño método de clasificación que tengo para poder tener claro lo que puedo esperar de ese espécimen (hombre) en concreto. En este caso se trataba claramente de un superglumen, con ascendencia a Expresspolveteman. Luís Alfredo había suspendido en todas las áreas de “lifemen” su habitación es siniestra, es mentiroso, sus excusas baratas y tiene una extraña fijación por sus progenitores. En cambio es realmente guapo, su olor me enloquecen, sus besos son incomparables y sabe tocarme, principalmente porque es fácil de manejar, por lo que lo hace un candidato perfecto para ser un polvetemen, inclusive tiene muchas papeletas para convertirse en un futuro folla-amigo, por ahora no se muy bien en que se va a convertir, ya lo decidiré esta noche, me ha llamado y me ha dicho que vaya a su casa que según parece esta esperando que le llegue un paquete súper importante y el repartidor de su zona es tan madrugador que a veces pasa por su casa de noche por eso no se puede ir de allí, he decidido acompañarlo por lo que esperaremos juntos su… paquete.

ARI

10 agosto 2006

La historia de todos los lunes

Hoy no hay excusa: hoy me pongo a dieta. Eso me digo todos los lunes y todos los días que me toca rebuscar en mi armario algo decente que ponerme. Estoy harta de ponerme los pantalones y tener que asfixiarme para conseguir que la cremallera cierre.

Acabo de venir del quiosco. Me he comprado todas las revistas de moda que encontré, voy a ver que me ofrece el maravilloso mundo de la envidia y los celos…. Puagggggg pero si están súper delgadas, seguro que no le gusta a nadie, de hecho a mi no me gustan, aunque puffff me encantaría estar así de delgadita y de esbelta. Voy por las tijeras. Estoy recortando todos los modelitos y cuerpazos que me gustan y escondiéndolos estratégicamente por mi casa. He pegado cientos de fotos de estas niñatas en el frigorífico, otra en el armario de las galletas, encima de cada tableta de chocolate que estoy encontrando vuelvo a pegar otra foto… pufffffff me estoy agobiando, necesito hacer algo que me relaje… antes en estos momentos comía chocolate…. Bueno mira mañana empiezo la dieta, esto es como el preparatorio para el gran día, el día de decirle “adiós” a los michelines y decirle “hola” a la nueva yo. Me siento bien, soy feliz, mañana empezare mi dieta y estaré delgada por fin.

Esta noche he abusado un poco pero es que hay que tener en cuenta que mañana ya no podré comer prácticamente nada, solo Kellop special K, y mucha lechuguita. Uyyyy es curioso me encuentro mal no se si será por, los vinitos de esta noche o la tabletita de chocolate o los dos filetitos de ternera con salsa a la pimienta o por los dos helados, el pan, las patatas fritas y las aceitunitas de antojo que me he tenido que comer. Vuelvo a repetir que esto solo es hoy, mañana ya estaré delgada.

Me acabo de despertar, ¡¡¡ohhhhhh mierdicolis!!! Había puesto el despertador para despertarme a las 9 y correr un rato, ir al gimnasio, darme una ducha de agua fresquita y comerme mi primer bol de los special k, que no se que leche tienen de especial, una tostadita con su mermelada de fresa y su batido de chocolate eso si es un desayuno especial pero… Ya son las 12.30, no me da tiempo a ir a correr, ni a ir a gimnasio, bueno no pasa nada me doy la ducha y me tomo mi desayunoooo!!!!!

Bien bien esto va muy bien, me he duchado me ha llamado una amiga para que comamos juntas y ahora mismo estoy tranquilamente tomándome mi te rojo (un depurativo genial) después de comerme mi estupenda ensalada. Aunque creo que tengo un poco de hambre, pero no pasa nada, el cuerpo se tiene que acostumbrar también a comer menos así que démosle tiempo. ¡¡Diosss que vergüenza!! El camarero me mira y se ríe, mis tripas tienen una fiesta montada y no paran de hacer ruido, mi amiga solo sabe decir:”¿quieres que pidamos algo mas?” yo sonrió y digo: “no es que… no te preocupes esto me pasa porque anoche prácticamente no cene nada y mi cuerpo esta tomando la comida con tantas ganas que se le olvida que estamos en un sitio público” Ella me mira y sonríe probablemente piense que soy tonta, pero me da igual yo creo que ella es gilipollas como cree que comiendo tres lechugas y un cuarto de tomate voy a quedarme llena… no pasa nada. Ahora soy una mujer diferente, me preocupo por mi cuerpo, soy una mujer relajada, sensible, independiente… que no necesita ni la cafeína ni el chocolate para sobrevivir…¡¡¡¡ ohhhhhhhhh dios!!!! Me muero… El chico de la mesa de al lado que esta estupendo se esta comiendo un estupendiiiismo trozo de tarta de chocolate con sirope de caramelo por encima. ¡¡¡Diossss!!! Creo que hoy no me encuentro muy bien, casi mejor que mañana empiezo la dieta: “¿Camarero me trae dos trocitos de tarta de chocolate por favor?” “Yo no quiero de verdad, con la ensalada y el te me he quedado lista” “bueno no pasa nada como ya lo hemos pedido pues si eso me lo como yo también”.

ARI

05 agosto 2006

Mi divino corcel

Me siento cerca de la ventana y miro sin saber que espero ver. “¡¡ojala fuera hoy el día!!” me digo a mi misma, pero el príncipe sigue sin aparecer. A lo lejos veo una posible silueta semejante a la de un bello corcel. El príncipe trae espada en mano y viene a mi rescate. “ohhhh mierdicolis” me equivoque, me engatusó un príncipe televisivo, pero mi ventana sigue sin ofrecerme una imagen de mi caballero andante. Mira que lo pedí hace días, se lo dije a la chica: “¡si no me llega en un par de días no te lo pago!”. Estos de la tele tienda siempre poniéndonos caramelitos en la boca que después se quedan en pequeños soplos de sabor que no te da ni tiempo de saborear. Nos ofrecen músculos en diez minutos, aparatejos que te hacen un potaje solos y mini lo que sea que te quitan todo aquel vello que te sobra… pero y si en vez de toda esa alta tecnología, ¿tú lo único que quieres es a ese hombre que nunca llega? ¿Cuándo es el momento de dejar de mirar por esa ventana y empezar a mirar por otra? Mil noches sin dormir por numerosos problemas, entre ellos, los hombres. Esos seres insólitos que a veces te hacen soñar con una vida diferente en la que ellos son parte importante del todo, y a veces te hacen añorar esa vida de juergas incontroladas donde ellos solo ocupaban una pequeña porción de la noche, entre el tercer y cuarto malibú. Entre esos sueños y añoranzas, se quedan esas noches en vela que intento apagar mirando la tele. Hay es donde aparece la maldición de la tele tienda. Programas estúpidos donde se venden cosas inútiles, presentadas por chicos y chicas que probablemente sean idiotas pero que tienen más de un polvote, lo que hace que te enganches. Te imaginas llegando a casa, después de un largo día de trabajo, allí esta ese hombre maravilloso, que te ha hecho la cena en el mini iglú que las hace solas, que ahora te esta preparando un delicioso capuchino (cuando llego a casa mr merezco un premio) y que después te proporcionará el mejor descanso en ese colchón que nunca tiene polvo, algo que tu siempre dudas ya que sabes que los tres de anoche si que cuentan. Ayyyyyyy… sueños. Después despiertas, miras el reloj “oooh dios, las cinco otra vez” te vas del sofá a al cama porque aunque los sueños son iguales en un sitio que en otro, mas vale estar bien descansadita, así estas preparada por si mañana sale el sol por Antequera le da al capullo de tu príncipe por aparecer y aunque te pille en bragas y con ojeras, seguro que te duele menos la espalda; “¡¡¡te juro que como aparezca mañana no le pago los dichosos gastos de envío!!!”
ARI