Luís Alfredo es un chico realmente espectacular, un superglumen que cumple con todas las expectativas que se espera de un tipo de su especie. Lo conocí el martes, yo estaba sentada en una cafetería con mis gafas de sol y mi café, el se acerco y me susurro al oído: “Gracias por alegrarme la tarde”. Yo le mire y vi su magnifica sonrisa, me irradió su brillante pelo y me embaucó su magnifico perfume: en pocas palabras, me derretí. Desde ese día, hemos ido al cine, a pasear a la playa y a tomar café mientras nos contamos mentiras. A nuestra primera cita llegó 20 minutos tarde, su excusa, de las mas baratas del mercadillo de excusas, fue que el trafico estaba realmente horrible algo cierto si coges el coche aunque algo poco importante si vienes andando desde casa, tal como Luis Alfredo hizo. Sin convencerme en absoluto su excusa decidí creerlo ya que al menos tenía una cita. En un par de horas y sin haber probado prácticamente bocado ya que no tenía mucho apetito (ahora la mentirosa era yo) estábamos en su casa. Teníamos una buena razón para ir pero ahora mismo no la recuerdo, solo sé que me hice la tonta un par de veces para que la seguridad de Luís Alfredo no decayera: “¿no me digas eso? ¿En serio? pues no tenía ni idea, o sea que cuando en baloncesto meten la pelotita esa en el aro se cuentan dos puntos. Jopetas será súper complicado, espero que los puntos los cuenta una maquina o algo por que no me imagino a nadie que sea capaz de contar de dos en dos con tanta rapidez” “¿no me digas que tu sabes contar de dos en dos?” “¿y de tres en tres?, que suerte he tenido al encontrarte entonces ¿no?”. Su habitación era un verdadero horror, de hecho lo peor eran las miles de fotos de sus padres que tenía en una especie de altar hecho a la extraña pareja, aunque el se refería a ellos como “mis viejos” (sin comentarios), la ropa tirada por todos lados, los libros amontonados por colores,… viendo el panorama me deje sobar una teta (hay que tener en cuenta que era nuestra primera cita) y huí del lugar del crimen. A nuestra siguiente cita llegue 30 minuto tarde, no fue por nada especial, simplemente cuando salí de casa me di cuenta que los zapatos y el bolso no me pegaba nada con el conjunto por lo que tuve que volver al apartamento a cambiarlos, al menos eso es lo que le dije a él. Me llevo al cine, la película un horror, las palomitas sosas y la coca Light prácticamente se la bebió él. Después volvimos a su piso porque supuestamente estaba esperando una llamada súper importante, yo le dije que fuera quien fuera sería bastante poco probable que llamara a esas horas (las 2 de la madrugada) aunque comprendiendo que la llamada era muy urgente, decidí hacer un esfuerzo sobre humano e ir a su casa y esperar con él. Estuvimos viendo capítulos de House, que había conseguido heroicamente a través del amigo de un colega de un compañero de la facultad. Yo me los suelo bajar de Internet pero decidí omitir esa información. Después de repetirme por cuarta vez lo buenísima que estaba Cameron, opté por dejarme sobar mas afondo y conseguí irme con un orgasmo, aunque no terminamos de ver el capitulo ni recibió la urgente llamada, a pesar de todo, me fui contenta a casa.
En nuestra tercera cita lo termine de ubicar dentro de mi Testmen, un pequeño método de clasificación que tengo para poder tener claro lo que puedo esperar de ese espécimen (hombre) en concreto. En este caso se trataba claramente de un superglumen, con ascendencia a Expresspolveteman. Luís Alfredo había suspendido en todas las áreas de “lifemen” su habitación es siniestra, es mentiroso, sus excusas baratas y tiene una extraña fijación por sus progenitores. En cambio es realmente guapo, su olor me enloquecen, sus besos son incomparables y sabe tocarme, principalmente porque es fácil de manejar, por lo que lo hace un candidato perfecto para ser un polvetemen, inclusive tiene muchas papeletas para convertirse en un futuro folla-amigo, por ahora no se muy bien en que se va a convertir, ya lo decidiré esta noche, me ha llamado y me ha dicho que vaya a su casa que según parece esta esperando que le llegue un paquete súper importante y el repartidor de su zona es tan madrugador que a veces pasa por su casa de noche por eso no se puede ir de allí, he decidido acompañarlo por lo que esperaremos juntos su… paquete.

